1. Si vas muy rápido no te pillan.
En la actualidad existen radares que miden hasta los 320 km/h, por lo que tendrías que ir a una velocidad desorbitada para que un radar no te pudiese tomar la imagen del coche.
2. Si camuflas la matrícula, invalidas las fotos.
Trucos para falsear la matrícula y engañar al radar que no funcionan:
-Poner un cd para que el reflejo ciegue a la cámara.
-Doblar la placa o borrar algún número (esto además puede desembocar en sanción de 200.-€ por circular con la matrícula en mal estado)
-Echarle laca del pelo o aplicar productos para deslumbrar a los radares: nunca será efectivo ya que están dotados de un dispositivo que evita su deslumbramiento.
3. Por la noche no funcionan.
Los radares funcionan las 24 horas, haya o no haya luz; incluso algunos tienen flashes de luz infrarroja invisible. Podrían perder visibilidad sería durante una gran tormenta, pero tampoco se ha comprobado.
4. Todos los radares fijos están señalizados.
En carretera es así, pero no necesariamente en los centros urbanos.
No esperes encontrar una lista de la DGT con todos los radares móviles.
5. Si hay una cabina, hay un radar.
Esto no es así porque algunas cabinas están vacías y sirven simplemente como elemento disuasorio. Lo malo es que nunca se sabe cuál está completa y cuál no.
6. Si el radar móvil está en marcha, no multa.
Los radares móviles están ideados para calcular la velocidad del coche patrulla y una vez tenida en cuenta, saben la velocidad a la que circulan los otros vehículos.
7. La mejor solución para evitar las multas por exceso de velocidad son los inhibidores.
Llevar un inhibidor instalado puede suponerte una multa de 6.000 euros -sin posibilidad de la reducción del 50% – y la retirada de seis puntos del carnet. Además, si la policía o la guardia civil lo ve conveniente, te podrá acompañarte a un taller para que te desinstalen el inhibidor, y deberás pagar esa reparación.
Así que, nosotros te avisamos y tú decides que te sale más rentable.
Fte. Autobild.es