Es fundamental que los neumáticos permanezan en buen estado para el correcto funcionamiento de nuestro vehículo, tal y como afirma la DGT (@DGTes), ya que de ellos depende la tracción y el tiempo de frenado del coche. A pesar de que la mayoría de conductores sea consciente de su importancia, lo cierto es que es uno de los elementos que menos revisamos. De hecho, un estudio reciente de la red de talleres mecánicos ‘Confortauto Hankook Masters’ señala que el 46% de los conductores reconoce que no presta la suficiente atención al estado de sus neumáticos y se calcula que 1,5 millones de coches circulan diariamente en España con defectos graves en sus ruedas.
Por ello, la Guardia Civil (@guardiacivil) ha recordado a través de Twitter cómo podemos saber si ha llegado la hora de cambiar nuestros neumáticos.
«Para poder saber si tus neumáticos ya tienen muchos años y es hora de cambiarlos fíjate en estos números que indican la semana y el año en el que fueron fabricados», reza el tuit. En la foto, aparece la zona lateral de la rueda de un vehículo donde se muestran esos dígitos que representan la semana 09 del año 07.
¿Los neumáticos tienen fecha de caducidad?
No, pero hay que matizar. La edad de los neumáticos es un factor que interviene en su deterioro, por lo que, a pesar de que los neumáticos no tengan fecha de caducidad, con el tiempo se desgastan.
En cuanto a estos dígitos, los fabricantes recomiendan llevar los neumáticos al mecánico, al menos, una vez al año, tras pasar 5 años desde su fecha de fabricación para que los inspeccione un profesional.
Por otro lado, indican que la fecha máxima está en los 10 años. Si no has cambiado las ruedas durante este tiempo, aconsejan sustituirlos por precaución, ya que se entiende que están envejecidos y pueden ocasionar graves accidentes en carretera, aunque aparentemente estén en buenas condiciones y no se haya desgastado la banda de rodadura.
Otros indicadores del estado de los neumáticos
Para detectar si debemos llevar nuestros neumáticos a nuestro taller de confianza, también podemos guiarnos por estas comprobaciones:
Banda de rodadura: permite el correcto funcionamiento de nuestro vehículo cuando tenemos que frenar o, simplemente, circular con él. La normativa establece que la profundidad mínima tiene que ser de 1.6 mm. Para facilitar su seguimiento, dicha banda cuenta con una serie de testigos que son visibles cuando alcanzan esa profundidad. Uno de los trucos más extendidos y recomendados por la Guardia Civil para comprobar su buen estado es el de la moneda de un euro: si al introducirla en la banda de rodadura, la parte dorada se oculta, significa que contamos con buena profundidad, en cambio, si permanece al descubierto, es cuando tenemos que acudir de inmediato al taller.
Fíjate en la presión: uno de los primeros síntomas de alerta de nuestros neumáticos. Debemos medir la presión para obtener información del estado del vehículo, lo que puede servirnos de ayuda para focalizar nuestra atención ante cualquier anomalía. Una presión demasiado baja puede traducirse en un reventón de una rueda, un consumo excesivo de combustible o la pérdida del control y la tracción de nuestro vehículo.