El nuevo protocolo de emisiones WLTP ya está en funcionamiento, entró en vigor hace 2 días.
El Ministerio de Industria ha concedido la moratoria por lo que desde el 1 de septiembre de 2018 todos los coches que salgan de fábrica deben superar las nuevas pruebas de emisiones (más largas, a más velocidad, con recorridos urbanos e interurbanos), pero tendrán que hacerlo poco a poco. Lo han hecho para dar tiempo a las marcas a «implementar los avances que permitan no perder competitividad ni experimentar un desposicionamiento comercial de su gama de producto por el cambio de fiscalidad al pasar a tener mayores emisiones respecto a la homologación anterior».
Pero esta medida «no exime» a ningún vehículo de cumplir con las emisiones establecidas en la nueva homologación. Lo que se pretende es graduar «el impacto fiscal del cambio de ciclo de homologación y se promueve la renovación del parque».
El reglamento europeo contempla una herramienta que correlaciona los valores de dióxido de carbono del WLTP con los del NEDC, «de manera que se cuente una base comparable mientras conviven ambos tipos de medición, hasta finales de 2020», explican desde el Ministerio de Industria.
Finalmente el Gobierno ha concedido una moratoria, por lo que la norma WLTP se aplicará de forma paulatina de aquí a 2020. Una moratoria pedida por los fabricantes asustados por lo que se les venía encima y convencidos de que las nuevas pruebas de emisiones podían suponer un descenso de las ventas. Los fabricantes tendrán hasta 2020 para adaptar sus coches.
Fte. Autobil.es