LAS VENTAJAS
– Cero emisiones: Los vehículos eléctricos son los más limpios en este apartado. Es la electricidad la encargada de impulsar el coche, almacenada en un paquete de baterías y que llega a las ruedas a través de uno o varios motores eléctricos.
– Coste por km inferior: Un motor eléctrico es mucho más eficiente respecto a otro de combustión interna
– Aparcamiento en ciudades: Aquí manda la etiqueta azul «cero emisiones » de la DGT, con una de sus grandes ventajas. En las ciudades con estacionamiento limitado, los vehículos eléctricos no pagan, como por ejemplo en Madrid.
– Acceso a ciudades en protocolos anticontaminación, zonas centro y Bus VAO: No tendrán ningún tipo de limitación para acceder a las ciudades.
– Beneficios fiscales: Queda exento del Impuesto de Matriculación, tiene importantes descuentos con el Impuesto de Circulación (hasta el 75 por ciento en algunos Ayuntamientos) y beneficios al aplicar su adquisición por parte de las empresas para la cesión a sus empleados en el IRPF. Algunos peajes cuentan también con descuentos específicos para coches eléctricos.
– Placer de conducción: Sin marchas (salvo para avanzar y la marcha atrás), el silencio y la suavidad son algunas características principales.
– Mantenimiento más económico: La presencia de muchos menos componentes mecánicos en comparación con un coche de combustión, nos permitiría ahorrarnos hasta un 25% en el mantenimiento de un vehículo eléctrico, a igualdad de potencia y estimando una vida útil de 200.000 kilómetros.
– Ayudas a su compra: En la actualidad no hay ningún tipo de ayuda estatal en España para la compra del vehículo eléctrico. Las marcas suelen aplicar sobre estos vehículos un descuento importante. Se espera que las ayudas del Gobierno regresen en los próximos meses y más si quieren aprobar una Ley que incentive de verdad el uso del coche eléctrico en detrimento de los coches de combustión y contribuir a la renovación del parque automovilístico.
LAS DESVENTAJAS
– Falta de infraestructuras: El coche eléctrico necesita de una infraestructura mínima necesaria para poder recargar sus baterías. No tenemos tantas facilidades para encontrar los puntos de recarga
– Red eléctrica: No sólo es falta de puntos de recarga el problema, sino también calidad y el mal estado de muchos de los actuales puestos de carga. Y de mira al futuro, se necesita una mayor capacidad de la red eléctrica para dar cabida a todos los coches eléctricos que quieren que lleguen a las carreteras y atender a las necesidades de recarga de todos.
– Tiempos de recarga: Lo normal son unas 5-6 horas, como mínimo, que requiere la carga completa de las baterías de un coche eléctrico convencional.
– Peso de las baterías: tienen un peso medio de unos 250-300 kg, superando los 500 kg en algunos coches. Eso afecta al comportamiento del vehículo y aumenta el consumo de energía en conducción.
– Autonomía: Es cierto que la autonomía de los coches eléctricos va a más, pero todavía resulta insuficiente si queremos pensar en realizar viajes de larga distancia sin necesidad de pararnos a recargar constantemente las baterías, con la consiguiente pérdida de tiempo que trae consigo.
– Precios: Cada vez más, los precios de los coches eléctricos se van asemejando más a sus equivalentes de combustión, pero todavía siguen por encima. Todo depende, en mayor medida, del tamaño de la batería: cuanto más grande sea y cuanta más autonomía entregue en consonancia, el precio será mayor.
– Climas extremos: Las baterías de los coches eléctricos sufren importantes variaciones cuando se circula con climas extremos. Por un lado, implica el uso excesivo de sistemas como el aire acondicionado o la calefacción: más gasto. Por el otro, la autonomía puede reducirse, de repente, hasta en un 30% con temperaturas extremas en el ambiente.
Fte: Autopista.es