Se calcula que en el 90% de los percances interviene el factor humano, por lo que los ADAS podrían evitar hasta un 40% de los mismos.

Detrás del 90% de los accidentes de tráfico está el factor humano, por lo que la generalización de los sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS) en todos los vehículos podría llegar a evitar el 40% de los accidentes, reduciendo hasta en un 37% las lesiones de consideración y un 29% las muertes en carretera.

Son datos recogidos en el Proyecto VIDAS (Seguridad VIal y aDAS), desarrollado por Bosch y Fesvial, que tiene por objetivo facilitar el conocimiento y la información sobre las características y las funciones de las tecnologías de los sistemas de ayuda a la conducción que contribuyen a prevenir siniestros y víctimas de tráfico, y que mejoran la movilidad.

En los dos primeros estudios del Proyecto VIDAS se analizan los sistemas ADAS y su influencia en la seguridad vial, y en qué medida contribuyen a la reducción de la accidentalidad, mortalidad y lesividad vial.

Por ejemplo, se calcula que la actuación en los vehículos del sistema de Alerta de colisión frontal podría evitar 30.206 accidentes al año por colisiones frontales y frontolaterales, y 40.971 víctimas (muertos y heridos) en España.

Según Ignacio Lijarcio, director de Proyectos de Fesvial «desde el punto de vista preventivo, los ADAS actúan sobre las principales causas de los accidentes de tráfico: distracciones, fatiga y somnolencia y velocidad. Por eso, se estima que estos sistemas reducirán sustancialmente la probabilidad de sufrir un accidente, minimizarán la gravedad de las lesiones ocasionadas o evitarán la muerte«.

De todas formas su aceptación y usabilidad es diferente según las franjas de edad. Así, los jóvenes son quienes menos aceptan la implantación de esos sistemas en los vehículos «porque confían más en sus capacidades que en las de los propios sistemas de prevención de los vehículos».

En el polo contrario se encuentran los usuarios de mayor edad, que si bien «son los que más confían en los ADAS, se sienten más preocupados por saber cómo se manejan y cómo funcionan«, aclara Lijarcio.

En el caso de los conductores más jóvenes, los ADAS pueden contribuir a fortalecer el cumplimiento de la norma. Incluir formación específica sobre los sistemas avanzados de ayuda a la conducción cuando están obteniendo el permiso de conducir favorece que los utilicen de forma óptima, a pesar de que tengan menor nivel de aceptación de estos sistemas por el coste adicional que pueden suponer o por sobrestimar sus propias capacidades como conductores.

«En el caso de los conductores de mayor edad, los ADAS son de gran utilidad, sobre todo aquellos que proporcionan asistencia y ayuda en situaciones críticas de conducción. Al contrario que los jóvenes, los conductores mayores tienen mayor nivel de aceptación de estos sistemas, aunque tienen mayor dificultad para conocer su funcionamiento con lo que es importante promover acciones de divulgación y formación específicas«, destacó Lijarcio.

Por otra parte, el estudio epidemiológico indica que la actuación en los vehículos del sistema de Alerta de colisión frontal podría evitar 30.206 accidentes al año por colisiones frontales y frontolaterales, y 40.971 víctimas (muertos y heridos) en España.

Para su análisis se han vinculado los ADAS a las circunstancias viales que aparecen en el FODA (Formato de Obtención de Datos en Accidentes) y que concurren en los accidentes, tales como tipologías de accidente, situaciones en las que tiene lugar, comportamiento de los usuarios de la vía, etc.

El análisis permite establecer aquellos ADAS que actuarían en los accidentes que se producen con más frecuencia, en los accidentes que provocan un mayor número de víctimas y en los siniestros que presentan las mayores tasas de letalidad, y ello se compara con el calendario europeo que establece la implantación obligada de determinados sistemas de asistencia al conductor.

«Se trata de un enfoque novedoso que permite determinar qué sistemas son prioritarios para reducir la siniestralidad y lesividad vial en determinadas situaciones», indicó Lijarcio. En este sentido, el estudio ha detectado algunos sistemas de ayuda a la conducción que serían prioritarios para reducir el número de muertes en carretera en hasta un 40%, , pero que no se encuentran en el calendario de la Unión Europea. Entre ellos, el sistema de advertencia de conducción en sentido contrario, la limitación inteligente de velocidad que evita sobrepasar la velocidad autorizada o circular a una velocidad inadecuada, o el control de crucero adaptativo que previene alcances y sirve para mantener la distancia de seguridad.

Sistemas obligatorios en 2022

La UE ha aprobado dispositivos ADAS que deberán ser equipados obligatoriamente a partir de julio de 2022 en los vehículos europeos. Se espera que estas medidas contribuyan a salvar más de 25.000 vidas y eviten al menos 140.000 lesiones graves en la Unión Europea de aquí a 2038, lo que contribuirá al objetivo comunitario a largo plazo de aproximarse a cero víctimas mortales y heridos graves en 2050.

Bosch y Fesvial recomiendan focalizar los esfuerzos en los conductores jóvenes y los mayores para favorecer el acceso y el uso a los ADAS, según las evidencias científicas obtenidas, ya que ello supondría mejoras considerables para su seguridad en la conducción.

«El propósito del Proyecto VIDAS es investigar las características, funciones, conocimiento y normativa de los ADAS para poner en valor estas nuevas tecnologías aplicadas a la conducción, favoreciendo su usabilidad y acceso por parte de los usuarios y, sobre todo, para contribuir a la mejora de la seguridad vial y la reducción de la siniestralidad», apuntó Lorenzo Jiménez, responsable de Marketing Mobility Solutions de Bosch en España, quien añadió que VIDAS es un proyecto «de largo recorrido» que durará al menos tres años.

Fuente: https://www.diariosur.es/motor/reportajes