Están especialmente recomendados para los conductores que circulan con frecuencia por zonas frías y con nieve, sobre todo durante los meses de noviembre a marzo.
¿Cuáles son sus ventajas?
1.- Son mucho más eficaces que los neumáticos de verano cuando la temperatura desciende por debajo de los 7 grados centígrados.
2.- Ofrecen mejor capacidad de tracción y mayor adherencia tanto en carreteras mojadas, heladas, con nieve o barro.
La clave está en un compuesto de goma más blando y flexible que no se endurece por debajo de los 7 grados, en el diseño de la banda de rodadura con un dibujo más recortado y profundo y en el uso de una gran cantidad de laminillas en los tacos para una mayor adherencia.
En general un neumático de invierno te ofrece más tranquilidad, más seguridad, más prestaciones y más comodidad durante la conducción en época invernal.
Es importante saber que legalmente estos neumáticos están permitidos como alternativa a las cadenas, por lo que la Guardia Civil no te podrá multar. Eso sí, asegúrate de que el neumático que compras lleva marcado la inscripción M+S, MS o M&S (‘Mud and Snow’ o ‘Barro y nieve’) y el pictograma con una montaña de tres picos y un copo de nieve en su interior (3PMSF o Three Peak Mountain Snow Flake), éste último es la única prueba de que se han homologado tras comprobar sus prestaciones sobre nieve y otras condiciones invernales. En el Anexo VII del Reglamento General de Vehículos también especifican que estos neumáticos especiales de nieve “deberán tener una capacidad de velocidad, bien igual o superior a la velocidad máxima prevista para el vehículo, bien no inferior a 160 Km/h si la velocidad máxima del vehículo es superior a ésta”.
Fte: 20minutos