Si tras un accidente de coche, su vehículo es declarado siniestro total, los profesionales encargados de reparar su vehículo deberán informarle que tiene derecho a una indemnización de daños materiales, es decir, a dejar su vehículo tal y como estaba antes del accidente.
En este caso, el accidentado puede optar porque se le repare el vehículo o porque se le aplique el valor venal del en el momento del siniestro. La pregunta es: ¿Merece la pena cobrar dicho importe?
Para tratar de hacernos una idea de lo que es el valor venal, este es un valor monetario determinado por el Ministerio de Hacienda en las que se recogen, mediante unas tablas, el valor de mercado de los vehículos. Una vez conocido este valor, las aseguradoras hacen una media del precio de mercado de segunda mano para un vehículo según año, características, condiciones similares…
Este dato, así como el peritaje realizado por parte de la compañía de seguros, permitirán al asegurado optar por el valor venal del coche más un tanto por ciento que viene determinado por la vida útil del vehículo (independientemente de la fecha de matriculación y el valor de mercado actual) y que conviene contrastar con un mecánico de confianza. Esta es una opción que la mayoría de la gente desconoce y, que en caso de ser la deseada, deberá de indicarse siempre como la primera opción.
Para entenderlo mejor, SPG pone un ejemplo en el que alguien sufre un accidente de tráfico y la reparación tiene un coste de 9.000 euros. Tras el peritaje, la aseguradora apunta que el coche ha sufrido un siniestro total y le ofrecen 5.000 euros (valor venal).
Las opciones serían repararlo para recuperar el coche, aceptar la indemnización por la cuantía que el valor de mercado establezca o decir que sí a la indemnización por el valor venal más un porcentaje limitado a la vida útil del vehículo.
En ocasiones, la compañía de seguros puede negarse a la reparación del coche, pero si la reparación no supera el doble del valor de mercado, el usuario está en su derecho de exigirla.
Fuente: ABC