Para alargar la vida de nuestros neumáticos, deberemos tener en cuenta tres aspectos fundamentales:
La presión
Aunque no siempre le prestemos la adecuada atención, mantener la presión correcta de los neumáticos es vital para evitar deformidades desiguales en los neumáticos al no encontrarse el peso bien repartido.
Si la presión es baja, la deformidad y desgaste de los neumáticos se podrá observar por los laterales. Po el contrario, si es alta, ésta aparecerá por el centro. En ambos casos, una mala presión hará que el agarre, la tracción y el frenado se vean comprometidos.
La alineación
Ésta se puede ver comprometida por elementos tan simples como pillar un bache, un bordillo o subirnos a la acera. Si nuestras ruedas no están bien alineadas estas afectaran a nuestros neumáticos deteriorándolos antes de tiempo y aumentando el consumo de carburante.
Por eso se recomienda alinear las ruedas cada vez que cambiemos nuestros neumáticos.
Conducción eficiente
Y es que, una conducción suave y eficiente, evitando en la medida de lo posible baches y obstáculos así como acelerones y frenazos ayudaran a nuestros neumáticos a prolongar su vida y a ahorrar combustible.
Además de esto, si queremos un extra de seguridad, podemos cambiar las cubierta en verano y en inviernos. Así evitaremos que la goma del neumático de verano se endurezca con la bajada de temperaturas y pierda adherencia o que la de invierno sea demasiado blanda para las altas temperaturas.
Fuente: ipgra